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Artículo: Entre volantes y albero

Where ruffles meet the golden sand - "Feria de Sevilla"

Entre volantes y albero

Rocío lleva los Pendientes Punk

 

Hay lugares que no se explican, se viven.
Y hay momentos que no se recuerdan, se sienten.
Para mí, la Feria de Abril es las dos cosas a la vez.

Desde pequeña, he vivido la feria como una tradición que pasa de manos, de abuelas a madres, de madres a hijas. Preparar el traje, los complementos, el peinado... es una forma de conectar con todo lo que somos. Hay una energía que solo se entiende cuando pisas el albero.

UN POCO DE HISTORIA, PORQUE TODO TIENE UN PORQUÉ

¿Sabías que la Feria de Abril comenzó siendo una feria ganadera? Dos comerciantes la propusieron al Ayuntamiento en 1846 y, aunque parezca increíble, la primera feria se celebró en 1847 con apenas 19 casetas. Hoy hay más de mil.

En algún momento, los tratos de ganado fueron dando paso al cante, al vino, al baile… y Sevilla hizo lo que mejor sabe hacer: convertir la tradición en arte.

ASÍ LA VIVO YO

Hoy, la vivo desde otro sitio. Con otros tacones, pero con las mismas ganas. La feria es familia, amigas, risas que terminan en carcajadas. Es ese momento en el que entras por la Portada y sientes que todo va a salir bien. Que aquí el tiempo se detiene y todo es color, música y presente absoluto.

Hay días de farolillos suaves, bailes con volantes al viento, rebujito fresquito y paseos en coche de caballos. Y otros más intensos, de caseta en caseta, con sevillanas improvisadas y brindis que no estaban planeados. Porque en la feria nadie se queja: se baila, se brinda y se abraza.

ENTRE BAMBALINAS

El año pasado llevé un traje naranja muy especial. Corte clásico pero con un punto diferente que lo hacía único. Lo combiné con nuestros pendientes PUNK de Crusset, porque me apetecía romper un poco el protocolo: flamenca sí, pero con carácter. Ese contraste me hizo sentir muy yo.

Llevaba el pelo recogido en un moño limpio y una flor grande arriba, bien puesta, como tiene que ser. Mirada clara, postura recta y muchas ganas. No hace falta más. En la feria, cuando una se siente bien, todo encaja sin esfuerzo.

LO QUE ME LLEVO

La Feria de Abril es una de esas cosas que me hacen sentirme más yo. Más andaluza. Más mujer. Más niña.
Es mi gente. Es mi raíz.

Y cada año, cuando cae el último farolillo y las sevillanas se apagan, me hago la misma promesa: volver con el mismo brillo en los ojos.

Gracias por leer hasta aquí.
Gracias por estar.

-R

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